D.N. McCloskey, acompañada en esta ocasión por A. Carden, desarrolla en Déjame solo y te haré rico una línea argumental y teórica que va a contracorriente del discurso hegemónico de izquierdas, pero también de ciertos sectores melancólicos de la derecha.
Para los autores el (neo)liberalismo no es el ogro que pintan sus detractores, sino más bien lo contrario: defienden con ardor y mucho ingenio que el acuerdo burgués está a la base del asombroso crecimiento de la riqueza que han experimentado en los últimos siglos los países que lo han suscrito.
En las antípodas de los vaticinios apocalípticos que inundan las redes y el establishment académico, el libro constata, con profusión de datos, que este crecimiento de la riqueza no ha beneficiado solo a unos pocos, sino a una gran mayoría, y justamente con más intensidad a los antaño más desfavorecidos.
Si vence a sus antagonistas ideológicos, esto es, el burocratismo, el socialismo y el populismo, el acuerdo burgués, sustentado sobre el innovismo y la libertad, permite augurar un futuro más rico e igualitario en el que hacer frente a los desafíos globales, como el cambio climático, que al hombre le salgan al paso.
El libro destroza los razonamientos rojipardos y populistas que claman por la recuperación de un pasado que solo es mejor –y no más pobre– en su imaginación.