Catalina de Lancáster, reina de Castilla, esposa de Enrique III de Trastámara y nieta, a su vez, de Pedro I, sigue siendo una gran desconocida a pesar de que desempeñó un papel político fundamental entre finales del siglo xiv y principios del siglo xv. Y es que desde su matrimonio con Enrique III, Catalina asumió un papel político que hasta ahora ha sido subestimado, lo que los autores de este libro tratarán de poner en valor. Entre sus objetivos está el de establecer qué relación tuvo con el poder esta reina, primera Princesa de Asturias, para lo que no sólo se atenderá al papel político que pudo desempeñar en el reinado de Enrique III, junto a su esposo, sino también, y con especial atención, al ejercicio personal del poder durante la minoría de su hijo Juan II, tanto en su corregencia con su cuñado, el infante Fernando de Antequera, como tras la muerte de este. Con el apoyo de abundante bibliografía y documentación, también inédita, Catalina se revela como una reina consciente de sus orígenes, de su dinastía y de su legitimidad, que supo imponer su criterio político y dejar a su hijo un legado duradero.