Desde el control de la enseñanza y de la cultura, los nacionalistas catalanes y vascos se han dedicado -de forma
tenaz y sin complejos- a levantar instrumentos y discursos de nacionalización negadores de la realidad común
española. Todo ha sido potenciar, crear e inventar identidades ajenas al sentimiento nacional español;
proyectando sus procesos particulares y excluyentes de nacionalización como alternativas frontales y
contrapuestas a la nación española.
Este empeño nacionalista “en construir naciones” requiere obligatoriamente un intenso adoctrinamiento
escolar. Ninguna faceta de la enseñanza queda libre de él. Para ello cuentan con la colaboración de las
editoriales nacionales de libros de texto escolares que presentan adaptaciones, mutilaciones y ocultaciones
-sobre todo de los símbolos y realidades del conjunto de la nación- particulares en cada comunidad, y con el
fervor de las editoriales de inspiración nacionalista existentes en cada comunidad plenamente identificadas con
los proyectos nacionalistas. Si a esto sumamos la pasividad total de la Alta Inspección del Estado, el panorama
no puede ser más desesperanzador.
Este libro se centra en estudiar los textos de ciencias sociales e historia en el País Vasco y Cataluña, porque son
los ejemplos más reales de la situación citada. No significa que el exceso de particularismo y narcisismo
empobrecedor y estéril, se limite exclusivamente a las autonomías estudiadas, pero es donde se alcanzan los
mayores despropósitos.
Se expone lo encontrado en libros y periódicos. Y, desde estas páginas, se apela a las conciencias de la
ciudadanía para que tengan presente los riesgos de una enseñanza en la que, por delante de valores como
razón y libertad, se anteponen las creencias y emocionalismos identitarios excluyentes. Quizá haya que
plantearse si necesitamos una escuela que nos enseñe a vivir en libertad y responsabilidad, y no unas aulas que
nos inoculen el virus del odio, así como la del insondable victimismo narcisista e identitario.