En el valle del Yaak, Montana, viven treinta personas. Un auténtico paraíso salvaje. Sin embargo, allí las casas carecen de electricidad o teléfono, y el médico más cercano está a un par de horas en coche. En este valle, disponer o no de un hacha en un determinado momento puede significar la diferencia entre la vida y la muerte. Al llegar allí, Bass se ve irremediablemente atraído por esa realidad indómita y sus paisajes nevados, y decide rendirse al silencio y el aislamiento, y sumergirse en la naturaleza para aprender más sobre esa vida que le rodea, pero también sobre sí mismo. Un relato tan poderoso como lúcido, que es una celebración de ese paisaje blanco, ingobernable y feroz que reclama incansablemente vidas, que muchos han idealizado y en el que pocos se han atrevido a adentrarse.