El hinduismo, la más antigua de las religiones actualmente vivas, no es sólo un sistema de creencias y de ritos; es también un modo de vida. Su carácter abarcante e incluyente –invita a cada ser humano a adorar a Dios según su propia fe– le ha permitido vivir en paz durante varios milenios con todas las religiones. Descubrimos así cómo algunos valores esenciales para una cierta sensibilidad occidental –como la tolerancia o la no violencia– tienen también una presencia fundamental en las antiguas tradiciones de la India, lo que no debería ocultar la existencia de otros elementos –como el sistema de castas, el grupo social de los «intocables», etc.– que pueden chocar frontalmente con las ideas ahora vigentes en nuestro mundo moderno.