El toro, animal poderoso que produce en el hombre terror y admiración y, consecuentemente, una atracción difícil de apartar de su lado, semejante a la de un abismo abierto a sus pies, lo encontramos presente desde la noche de los tiempos en las diversas culturas nacidas en torno al Mediterráneo y en Oriente Medio, hasta las llamadas culturas clásicas. El toro aparece como una fuerza singular y misteriosa, lo que ha hecho que se muestre de manera sustancial en las relaciones de los hombres con la divinidad, en la mitología, en las primeras manifestaciones del arte, en los sacrificios rituales, en la guerra, en los juegos de anfiteatro, en la caza, en la alimentación y en la muerte. Francisco J. Flores Arroyuelo, autor de Correr los toros en España, nos conduce en estas páginas al conocimiento profundo de su realidad histórica, preludio de otra que, en España, alcanza nuestros días.