En el otoño, los niños disfrutan mucho recogiendo materiales durante sus paseos por la naturaleza: hojas de diferentes colores, nueces, castañas, bayas rojas, piñas, cortezas de árbol y ramas. Cada objeto es distinto a los demás, unas veces más grande, otras más pequeño y, en ocasiones, un poco deforme. Después, los tesoros se sacan en casa y estimulan a jugar y hacer manualidades con ellos.
Con fieltro y cartulina, hojas y frutos secos, se pueden construir divertidos fantasmas y encantadores erizos. Con nueces y piñas se crean, como por arte de magia, duendes e indios, y las castañas y las bellotas se transforman en animales del zoológico. Las luces y las guirnaldas en la ventana dotan de una atmósfera otoñal a la casa, mientras las divertidas cabezas de calabaza sonríen desde el alféizar de la ventana. Y del mismo modo, con un poco de inspiración y fantasía, se pueden realizar con sencillos materiales muñecos y decoraciones otoñales muy bonitos.
Mucha suerte en la recolección de materiales durante los paseos otoñales y que os divirtáis con las manualidades y con vuestros hijos.