Como indagación de la condición humana, luminoso espejo de las identidades, empeño de la soberbia estética, el cine comparte con la literatura lo que el hombre tiene de gran enigma pendiente. Murmullos que prolongan el ciclo narrativo de la cultura, el cine y la literatura han sabido encontrarse y expresar los poderosos símbolos del siglo XX. El esfuerzo de encuentro y adaptación de unas formas de expresión completas y autónomas como son el cine y la literatura prosigue y da lugar a esmerados ejercicios de habilidad artística. Las dificultades son de primer orden, pues son irreductibles los elementos de su lenguaje: la palabra en la novela, la imagen en el cine.
La relación entre cine y teatro es paradójica, por cuanto el cine actual es cada vez más un cine de palabras y el teatro es cada vez menos un teatro de palabras. Se estudia también la tensión creativa entre la obra literaria que intenta adaptarse y el guión y la película que finalmente surge. El estudio, finalmente, se cierra con un apéndice que da cuenta de la historia que cine y surrealismo han sabido construir.