Durante décadas, José Luis Pérez Ocaña ha sido una figura totalmente ignorada por la historiografía del arte español. Más presente en periódicos de la época que en las galerías y en las revistas de arte, cabría preguntarse si recuperar a Ocaña hoy como artista queerno es sino deshistorizarlo,imponiendo genealogías y nociones que, más que revelar, ocultan los contextos de producción discursiva, artística y política del posfranquismo, pero también de la contracultura.Cuando Andy Warhol es encumbrado por el Museum of Modern Art, dos años después de su muerte, en 1989, como uno de los artistas más emblemáticos del arte norteamericano, Douglas Crimp se pregunta, forzando a la historiografía del arte a mirar de frente a los estudios culturales y queer, «¿cuál es el Warhol que merecemos?». Hoy podemos preguntarnos: ¿cuál es el Ocaña que merecemos? Esta monografía es el primer trabajo sistemático dedicado a Ocaña y, como apunta Pedro G. Romero, responsable de la edición, un intento por «resituar algunos comportamientos que se han escapado con demasiada frecuencia al ámbito artístico para aparecer como meros hechos socioculturales».