Durante la segunda mitad del siglo XIX, París ejerció una creciente atracción sobre los artistas del mundo entero, muchos de los cuales acudían a esta ciudad para ponerse al día de las últimas novedades y tratar de alcanzar desde allí una proyección internacional. Los pintores españoles no fueron indiferentes a este fenómeno, y a partir de la década de 1850 comenzaron a visitar cada vez en mayor número la capital francesa. Muchos de ellos obtendrían allí un importante éxito, llegando a ejercer una influencia equiparable en ocasiones a la de los más reputados maestros de la época.
Vinculados en su mayoría a las tendencias academicistas, el empuje de las vanguardias los sumió, ya entrado el siglo XX, en un prolongado olvido. El conjunto de su obra, sin embargo, no puede ser desestimado, pues, en su nutrida diversidad, ofrece valores propios de gran calidad y constituye el sustrato sobre el que iba a germinar la que luego se conocería como “escuela española de París”.
Propósito principal de este libro es censar y reseñar, dando a conocer algunas de sus obras más representativas, a un amplio número de pintores españoles que, durante temporadas más o menos largas, residieron en París a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX. Salvando notorias excepciones, estos pintores conocieron en su mayoría, ya entrando el siglo XX, un prolongado olvido, del que no hace mucho empiezan a ser rescatados. El conjunto de su obra, sin embargo, no puede ser desdeñado, pues testimonia acerca de un período de extraordinaria vitalidad en la historia de la pintura española, objeto por aquel entonces de una profunda renovación debida en gran medida a la poderosa influencia ejercida por la capital francesa. Este libro se propone contribuir al estudio y a la clarificación de dicho período, sirviéndose de un extenso caudal de informaciones inéditas y apoyándose en un importante conjunto de ilustraciones.