A principios de los noventa, antes de que el fenómeno de la Quinta Generación empezara a declinar, recibimos una noticia ya de una Sexta Generación en ciernes. Semejante urgencia en la renovación parecía ajustarse al aire de los tiempos. Hoy, los historiadores tienden a ver la "era de las reformas" iniciada por Deng Xiaoping como el prólogo de una situación histórica nueva. Pero tuvieron que suceder algunas cosas, y entre ellas el colapso del bloque soviético, el fin de la Guerra Fría y los sucesos de la Plaza de Tian¿anmen en 1989 para que, de pronto la República Popular China dejara de equivaler a una Gan Imagen que atemoriza, que oculta realidades tremendas para dejar a la vista un torrente de imágenes singulares y contredictorias. Entre un pasado oscuro y un presente demasiado veloz, surge la Sexta Generación del cine chino.