Vladimir Horowitz encarnó a lo largo del siglo XX la figura del virtuoso para el cual los límites no existían. Sus proezas técnicas y su sonoridad inconfundible deslumbraron al mundo desde los años de su juventud, garantizándole un éxito fulminante; pero las tensiones nerviosas creadas por su propia forma de concebir el concertismo le obligaron a detener en distintas ocasiones su actividad. Considerado, una y otra vez, acabado y jubilado, Horowitz volvió siempre sobre el escenario a recuperar su trono, convirtiéndose, con más de ochenta años, en el pianista mejor pagado de la historia. En este libro brillante y lleno de anécdotas, la vida y el arte de Horowitz se entrelazan dando forma a una síntesis que es, a la vez, una reflexión sobre la cultura musical de la que él fue el máximo emblema. El texto incluye el repertorio completo del pianista.