El arteterapia es un excelente instrumento que permite sentir la voz que sale del interior del ser humano, con todo lo que el subconsciente guarda y aquello que el consciente, muchas veces, no es capaz de traslucir; un ser sujeto de alguna problemática mental implícita o explícita. Los estados anímicos patológicos del individuo son el objetivo más directo de las terapias que favorecen la creatividad que, incuestionablemente, habita en todo ser humano, y que con frecuencia permanece apelmazada por los síntomas.
Esta actividad resulta para el sujeto la escritura de su interior; y para el arteterapeuta es la lectura de su paciente, sujeto o persona afectada; y además, en tanto que terapia, trabaja a lo largo del proceso creativo, que se resuelve al final con el resultado de la creación. Consiste, por tanto, en una elaboración en la que sujeto y arteterapeuta caminan a la vez, por lo que es de gran importancia el hecho de la transferencia; funciona en colaboración con el profesional psiquiatra, médico o psicólogo.