La comprensión de la psicología, en concreto de la psicología que subyace en el comportamiento de los usuarios y su interacción con las interfaces digitales, es quizá la habilidad más valiosa no relacionada con el diseño que puede tener un diseñador. El diseño más elegante puede fracasar si en lugar de trabajar dentro del "plan" de cómo los seres humanos perciben y procesan el mundo que les rodea, obliga a los usuarios a conformarse con el diseño.
El libro explica cómo aplicar los principios clave de la psicología para crear productos y experiencias más intuitivos y centrados en el ser humano.
Modelos predictivos, incluidas las leyes de Fitts, de Jacob y de Hick.
El autor deconstruye aplicaciones y experiencias familiares para proporcionar claros ejemplos de cómo los diseñadores de UX pueden crear experiencias que se adapten al modo en que los usuarios perciben y procesan las interfaces digitales.