Las malas hierbas han acompañado a la humanidad desde los inicios de la agricultura; son especies de plantas adaptadas a invadir y prosperar en hábitats alterados, de una forma u otra, por la presencia del ser humano. Hoy en día producen pérdidas económicas cuantiosas y se gastan miles de millones de euros en su control pues son capaces de interferir con las actividades humanas o, más específicamente, con los objetivos de ciertos sectores de la sociedad. A pesar de ser un componente habitual de nuestros paisajes agrícolas y su percepción negativa, existen muchos aspectos desconocidos de las mismas, como su profusión en la cultura o su papel en nuestra mesa. Pero ¿cuáles son las maldades y las bondades de estas plantas? ¿Cuál es el verdadero papel que juegan en nuestra sociedad y en nuestra cultura? ¿De qué medios disponemos para poder gestionar racionalmente sus poblaciones?