Mágico. Arrollador. Prudente. Exagerado. Imprescindible. Tímido. Único. Frank Cuesta no es un nombre. Es un adjetivo. Es alguien incapaz de dejarte indiferente. Alguien del que siempre esperas algo, como cuando doblas una esquina oscura. Y siempre, siempre, te arroja luz. A veces un flash que te quema los ojos. Y cuando los abres, ya no está delante. Está detrás de ti. Sacando otro conejo de su chistera.
Frank es sangre. Es sudor. Es la bestia en el circo romano. Es la madre del cordero. Es el niño en el bautizo. Es el novio en la boda. Es una estrella en el firmamento televisivo. Es un huracán que arrasa por donde pasa. Frank es un animal entre animales. Un campesino que le cuenta cómo es un bicho a la audiencia como si se lo contara a un vecino. No es un científico. Pero tiene la pócima. Es un niño grande con un corazón que no le cabe en el pecho. Es un pirata de pata de palo y mochila de Barrio Sésamo.
Lo que pretende este libro es entretener. Contaros los animales como os los cuenta él. Sin ciencia. Con pasión. Y aderezar las explicaciones con las anécdotas que ya han marcado la historia de la televisión.