Una enfermedad mortal no es sólo una crisis médica; es también una crisis psicológica, social y espiritual. Además, las enfermedades graves no sólo afectan al paciente, sino también a la familia de éste. Por lo tanto, las dos principales premisas de este libro son que la atención en los casos de enfermedades mortales debe ser holística y estar centrada en la familia.
El autor presenta una guía completa y comprensiva para los terapeutas, asistentes sociales y profesionales de la salud que atiendan a pacientes que padecen una enfermedad mortal. El modelo desarrollado por el autor, basado en el trabajo previo de Avery Weisman y E.M. Patterson, contempla la enfermedad como una serie de fases:
-Prediagnóstica: los individuos pueden decidir cómo desean afrontar los síntomas que padecen o a qué pruebas diagnósticas someterse.
-Diagnóstica: centrada en la crisis existencial creada por el diagnóstico.Crónica: los individuos han de afrontar la enfermedad y el tratamiento.
-Recuperación: reconoce que incluso cuando los individuos sobreviven a un encuentro con una enfermedad grave, existen siempre cuestiones que han de ser resueltas.
-Fase terminal: el individuo se enfrenta a la inevitabilidad de la muerte.
En el desarrollo de cada fase se describen tareas específicamente dirigidas a los pacientes, así como las circunstancias a las que éstos deben adaptarse. Además, se presentan estrategias de las que los terapeutas y profesionales de la salud pueden hacer uso con dichos pacientes en cada fase de la enfermedad.
Kenneth J. Doka es profesor de Gerontología en el College of New Rochelle y Consultor Senior de la Fundación Hospice de América.