Primera entrega de la serie de Joan Aiken ambientada en una imaginaria Inglaterra del siglo XIX, en la que gobierna un rey Estuardo y los lobos corren a sus anchas por los valles y bosques de la isla.
Un auténtico clásico moderno de la narrativa de aventuras.
Cuando sus padres emprenden un largo viaje y la dejan a cargo de una institutriz en la enorme mansión de Willoughby Chase, la vida de Bonnie cambia radicalmente. La señorita Slighcarp no tarda en mostrar su peor cara, haciendo y deshaciendo con la única intención de enriquecerse a costa de los Willoughby. Fieles sirvientes despedidos, valiosos muebles vendidos, caos, desvarío, confusión...
Sin embargo, lo peor está por llegar: Bonnie y su tímida prima Sylvia acaban vestidas con harapos en un siniestro orfanato, un lugar aún más temible que los lobos que proliferan en la zona.
Pero, aunque parezca que el mundo se ha vuelto del revés, se vislumbra un atisbo de luz que tal vez les permita escapar de esta pesadilla y luchar por liberar Willoughby Chase de las garras de la infame señorita Slighcarp y sus secuaces.
La crítica ha dicho...
«Una obra maestra [...] una lección de las virtudes que debe poseer un clásico de la literatura infantil: encanto, un estilo propio, talento y la capacidad para crear un pequeño mundo sin ser condescendiente con los lectores más jóvenes.»
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