La gestión óptima del multilingüismo constituye todo un desafío que admite diferentes estrategias y, por ende, diferentes opciones de política y planificación lingüísticas. Este libro propone analizar las adoptadas en España y Canadá, dos estados políticamente descentralizados cuya riqueza plurilingüe se ha protegido en el plano constitucional. En ambos casos, el principio de territorialidad constituye uno de los ejes nucleares de sus regulaciones lingüísticas y políticas públicas que de ellas derivan. Además, sus sistemas de distribución competencial, encauzados por la jurisprudencia, atribuyen a las entidades subestatales - provincias canadienses y comunidades autónomas españolas- amplias potestades para regular y proteger su riqueza lingüística.
Esta obra nace con la vocación de analizar las experiencias española y canadiense de gestión del plurilingüismo en el seno de las Administraciones públicas. Más concretamente, en el plano estatal, se analiza el régimen lingüístico de la Administración del Estado en España y de la Administración Federal canadiense. En el plano subestatal, se hace balance de los regímenes lingüísticos de las administraciones públicas del País Vasco y Cataluña, Quebec y Nuevo Brunswick. Como apreciará el lector, la variedad de modelos que se analizan en este libro se traducirá en un heterogéneo catálogo de derechos y deberes lingüísticos garantizados a la ciudadanía cuando se relaciona con las distintas administraciones.